Los medidores de oxígeno disuelto monitorean continuamente los niveles de oxígeno en el agua. Proporcionan datos en tiempo real, lo que permite a los acuicultores detectar rápidamente cualquier cambio en la concentración de oxígeno disuelto. Esto es vital porque los niveles bajos de oxígeno disuelto pueden provocar estrés, tasas de crecimiento reducidas e incluso la muerte de peces y otras especies acuáticas. Por ejemplo, en un estanque de peces, si el nivel de oxígeno disuelto cae por debajo de cierto umbral, los peces pueden volverse letárgicos y más susceptibles a las enfermedades.
En un sistema de acuicultura inteligente, los datos del medidor de oxígeno disuelto suelen integrarse con otros sensores y sistemas de control. Los sistemas de aireación automatizados se pueden activar en función de las lecturas del medidor de oxígeno disuelto. Cuando el nivel de oxígeno es demasiado bajo, los aireadores se activan para aumentar el suministro de oxígeno en el agua, asegurando un entorno de vida adecuado para los organismos acuáticos.
Además, los datos históricos recopilados por el medidor de oxígeno disuelto se pueden analizar para optimizar la operación general de la acuicultura. Al comprender los patrones de cambios de oxígeno disuelto a lo largo del tiempo, los acuicultores pueden tomar decisiones informadas con respecto a las densidades de población, los horarios de alimentación y la gestión del agua. Esto ayuda a mejorar la eficiencia y productividad de la granja acuícola, reduciendo los riesgos asociados con la mala calidad del agua y mejorando la salud y el bienestar general del ganado acuático.
En conclusión, los medidores de oxígeno disuelto son herramientas indispensables en la acuicultura inteligente, contribuyendo al desarrollo sostenible y al éxito de la industria acuícola.